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¿Sabes cómo curar bien una herida? Atento a estos tres sencillos pasos

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Desde pequeños cortes en los dedos hasta abrasiones en las rodillas, las lesiones en la piel son parte de nuestro día a día y pueden ocurrir en cualquier momento. Por eso, es importante saber cómo tratarlas correctamente, ya sea en nuestra propia piel o en la de otra persona. La mayoría de las heridas (siempre dependiendo de su tipo, tamaño y lugar) pueden ser tratadas en casa siguiendo los tres pasos de la rutina integral para el cuidado de heridas: limpiar, proteger y tratar la herida. En el caso de heridas graves, es necesario acudir a un medico o profesional sanitario.

Paso 1: Limpia la herida

¡Fundamental! Limpiar la herida es el primer paso esencial para una curación óptima y prevenir infecciones. Con el spray para heridas de Hansaplast puedes realizar una limpieza antiséptica de manera sencilla, sin dolor y sin molestias. Este spray, incoloro e indoloro, limpia la herida mediante irrigación mecánica y previene eficazmente de infecciones, gracias a su fórmula con polihexanida. Es apto para usar en piel sensible e, incluso, en niños. ¿Tienes dudas de cómo usarlo correctamente? ¡No te preocupes! Sigue estos pasos:

  1. Asegúrate de que la hemorragia haya parado. En caso contrario, detenla aplicando presión con una gasa o compresa estéril.
  2. Rocía el spray sobre la herida desde una distancia de aproximadamente 10 cm: ayudará a eliminar la suciedad, las bacterias y las partículas visibles.
  3. Si ves que la herida no está completamente limpia, repite el procedimiento.
  4. Seca cuidadosamente la piel alrededor de la herida con una gasa o compresa estéril.

Este spray para limpiar heridas es un producto sanitario, por lo que es importante consultar el prospecto para ver instrucciones completas del producto.

Paso 2: Protege la herida

Una vez que la herida esté limpia, es muy importante protegerla de agentes externos, como el agua y las bacterias. Para ello, cubre la herida con un apósito o compresa esterilizada.

A continuación, te exponemos distintas opciones de apósitos que puedes usar para proteger tu herida, según el tipo de piel y las necesidades específicas. Todos ellos garantizan una protección eficaz contra la suciedad y las bacterias:

Los apósitos Hansaplast Universal son ideales para heridas del día a día. Estos apósitos se caracterizan por su versatilidad y por estar fabricados con un material resistente al agua. Proporcionan una adhesión fiable, son transpirables y no contienen látex.

La gama de apósitos Hansaplast Elastic está especialmente diseñada para las zonas del cuerpo que requieren de más movilidad. Su material es extra flexible, a la vez que transpirable, y tienen un fuerte adhesión.  

Por otro lado, los apósitos Hansaplast Sensitive están diseñados para personas con piel sensible y diabéticos. Su material hipoalergénico es suave y transpirable, pudiéndose retirar sin causar dolor. No están fabricados con látex y tienen una adhesión segura.

Para proteger la herida del agua, los apósitos Hansaplast Aqua Protect son el producto perfecto. Estos apósitos son 100% impermeables y tienen una adhesión extra fuerte, siendo ideales para nadar, ducharse o bañarse, ofreciendo una excelente durabilidad. 

Finalmente, existen apósitos especiales para heridas grandes y postoperatorias, los apósitos Hansaplast XL. Existen distintas gamas y tamaños dentro de esta categoría (Sensitive XL y Aqua Protect XXL), y tienen en común que todos ellos son apósitos estériles. 

Paso 3: Trata la herida

Debes cuidar la herida continuamente para acelerar la cicatrización y reducir el riesgo de infecciones y cicatrices; es más, diversos estudios han demostrado que mantener un ambiente húmedo favorece el proceso de curación natural. Aplica una pomada para curar heridas de forma regular, para ayudar a la herida a curar de forma segura, rápida y con menor riesgo de cicatrices. La pomada para curar heridas de Hansaplast se puede aplicar sobre la herida abierta o sobre la piel dañada, y crea una capa protectora que permite que la piel transpire, evitando que la herida se reseque y promoviendo su cicatrización.

Para hacer un uso correcto de esta pomada, sigue las siguientes indicaciones:

  1. Aplica una capa fina de la pomada sobre la herida de manera regular, hasta que haya sanado por completo.
  2. Puedes usarla en cualquier fase de la cicatrización y en heridas abiertas o piel dañada.
  3. Después de aplicar la pomada, cubre la herida nuevamente con un apósito, vendaje o compresa estéril.

Con estos pasos podrás curar y tratar tus heridas de forma segura y efectiva, facilitando una rápida cicatrización y minimizando el riesgo de cicatrices. ¡Tu piel merece el mejor cuidado!

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