Sin posibilidad para distensiones y esguinces ocasionales
Descubre cuáles son los desencadenantes de tensión personales (estrés, conflictos laborales, problemas personales), el papel que podrían desempeñar, y trata de reducirlos.
Una gran parte del dolor de espalda
está relacionada con el estrés
y la tensión psicológica
Trata de ejercitarte físicamente para equilibrar el trabajo estático: Intenta hacer ejercicios por lo menos tres veces por semana. Trata de correr, ir al gimnasio o efectuar algunos ejercicios gimnásticos. Esto no sólo estirará y fortalecerá los músculos, sino también aliviará tu mente del estrés. Y recuerda que poner a prueba tu cuerpo y activar tus músculos es fundamental para prevenir la tensión muscular y el dolor de espalda a largo plazo.
Trata de sentarte lo más ACTIVAMENTE posible. Cambia tu posición sentada lo más frecuentemente que puedas, póntee de pie de vez en cuando y estira.


Si estás en un entorno de oficina, aprovecha cualquier posibilidad para moverte:
Utiliza las escaleras en lugar del ascensor.
Aprovecha las pausas de comer para dar un paseo rápido.
Trata de salir de la rutina si percibes que estás acostumbrado a ella.
Si estás estresado/a, prueba técnicas de relajación (como ejercicios de yoga o respiratorios), que puedes llevar a cabo incluso frente al escritorio.
¿No tienes tiempo para ir al gimnasio? Sigue algunos de los sencillos ejercicios diseñados específicamente para oficinistas, que encontrarás en nuestra biblioteca de vídeos.