Consejos para evitar problemas con tus botas de esquí

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Por fin ha llegado ese tan esperado viaje a la nieve con tus amigos. Las expectativas eran altas: imaginabas las amplias laderas cubiertas por una capa blanca y perfecta, y la emoción de deslizarte cuesta abajo rodeado de paisajes espectaculares. Sin embargo, cuando por fin llega el gran día… también puede aparecer una vieja conocida: la desilusión. Y es que, de un año para otro, solemos olvidar lo incómodas que pueden llegar a ser esas botas de esquí, tan rígidas y frías.

Para que nada arruine la experiencia y puedas disfrutar al máximo de la nieve, en este artículo te compartimos una serie de consejos prácticos para prevenir y aliviar los problemas más comunes que provoca este tipo de calzado.

¿Tienes tus botas de esquí demasiado apretadas?

Cada persona tiene una anatomía diferente en sus pies, por eso es muy común que las botas lleguen a apretar. Puede resultar bastante incómodo, ya que al esquiar se ejerce mucha fuerza sobre las piernas y los pies para aplicar la presión correcta sobre los esquís. Si la bota no se ajusta correctamente, esa tensión puede provocar rápidamente puntos de presión en los pies.

¿Cuál es la manera correcta de ajustarlas?

Ya sea que tus botas de esquí llevan mucho tiempo guardadas en el armario, o bien tengas un par que te has comprado nuevas para estrenar en el viaje, pueden provocar puntos de presión en los pies. Hay un detalle que mucha gente desconoce y, es que…¡los forros de las botas de esquí se pueden ajustar! ¿Cómo? ¡Es muy fácil! 

Incluso, puedes ajustarlos tú mismo: no cuesta nada, y es más beneficioso para tus pies.

• Es mucho mejor ajustar las botas por la noche. ¿Por qué? Los pies son más grandes, ya que se hinchan ligeramente durante el día debido al esfuerzo que hacemos al caminar y estar de pie. 
• Para que puedan adaptarse, es importante ponerse los calcetines que vayas a usar cuando decidas ponerte las botas para esquiar. Te aconsejamos que elijas los más gruesos que encuentres, de manera que se ajusten correctamente a las botas.
• “Hornea las botas de esquí a fuego medio”. Puede que esto te suene raro, pero te aseguramos que es un consejo bastante útil. Si quitas la carcasa y la colocas en una bandeja de horno, puedes calentarlas entre 60 y 80 grados centígrados. ¿Qué se consigue con eso? Que el material sea maleable y permita que se expanda para que se amolde mejor al pie. ¡Pruébalo!

Todavía presiona. ¿Qué hago?

Incluso el zapato mejor ajustado puede llegar a pellizcar y a causar graves ampollas. Si esto ocurre, ¡tenemos la solución que necesitas!

¿Has oído hablar de los apósitos protectores y transparentes de Hansaplast? Alivian inmediatamente el dolor en caso de presión y fricción dolorosas. Además, se pueden cortar a cualquier tamaño y, por lo tanto, son versátiles.

En el caso de que aparezcan ampollas, los apósitos para ampollas grandes de Hansaplast ayudan a aliviar el dolor en los talones y en los dedos de los pies. Tienen un gran poder adhesivo, por lo que no se deslizan en las botas de esquí. Al mismo tiempo, favorecen la curación de las ampollas y las protege contra la suciedad y las bacterias.

Presta atención cuando vayas a comprarlas

Es especialmente importante que, al comprar las botas de esquí, prestemos atención al ajuste correcto. En la mayoría de las tiendas de deportes, los dependientes pueden ayudarte a encontrar tu calzado ideal. Aunque debes tener mucha paciencia, es normal que al principio debas probarte diversos pares hasta que encuentres el más adecuado para tus pies.

La mayoría de las botas de esquí llevan una tecnología especial en el interior de la bota para adaptarse perfectamente a tus pies. Para ello, se calienta el interior del zapato y, dependiendo de la técnica, hay que utilizarlo durante un tiempo determinado. De esta manera, no dudes de que se adaptará a tus necesidades.

¡Elimina el mal olor de las botas de esquí!

Además de los pies que son sensibles al frío, también los hay que nunca se enfrían lo suficiente: son los conocidos como pies sudorosos. Incluso, o especialmente cuando se hace ejercicio en la nieve, a muchas personas le empiezan a sudar los pies, lo que provoca el mal olor al quitar los zapatos.

Pero como hay solución para todo, te traemos la ideal para resolver este problema: el desodorante para pies de Hansaplast ofrece 48 horas de protección, extra segura, contra el mal olor en los zapatos. ¡Será tu mejor aliado!

¿Pies fríos? ¡Nunca más!

Como es lógico, las temperaturas en la montaña son particularmente bajas, por lo que es probable que cojas bastante frío en los pies. Esto puede resultar bastante incómodo si te gusta esquiar y pasar todo el día en las pistas. Por eso, lo mejor es empezar a tomar precauciones contra el hielo en los dedos antes de ponerse las botas.

Para empezar, procura no guardar los zapatos en un coche o en otro sitio donde haga frío. En ese caso, las botas pueden enfriarse y por consecuencia hacer que los dedos de los pies lo estén también.

Muchos alojamientos disponen de una sala de esquí, así como una zona especial para guardar tus botas. ¡Ahora estarán seguras! Estas zonas suelen ser habitaciones con calefacción donde se pueden colgar los zapatos, para que tengas unas botas de esquí secas y calientes y una mayor comodidad.

Aunque no debes olvidarte de los calcetines especiales que comentábamos anteriormente. El calzado especial suele estar acolchado en zonas sujetas a mayor desgaste, lo que no solo mantiene el calor, sino que también reduce los puntos de presión. Para los dedos especialmente fríos, también hay calcetines dobles especiales que aportan calor adicional. ¿Otra forma de mantener los pies calientes? Puedes utilizar plantillas aislantes para las botas de esquí. Ya sea de cualquier material, estas suelas los mantienen suaves y cálidos.

Las plantillas para los zapatos son de mucha ayuda

Si no consigues poner un remedio al problema, siempre está la tecnología. Las plantillas con calefacción pueden calentar las botas de esquí durante todo el día gracias a su batería incluida. ¡Como lo oyes! Solo tienes que cargar la batería durante la noche y tus pies permanecerán cómodos al día siguiente. Cabe decir que este artilugio está conquistando poco a poco el mercado, ya que prometen dejar calientes los pies durante todo el tiempo de esquí.

Descubre el almacenamiento adecuado para tus botas

Una vez terminada la temporada de esquí, debes guardar tus botas correctamente durante el verano. ¡Te ayudamos cómo hacerlo! En primer lugar, limpia las botas de suciedad y sal después del último uso. Debes dejar que las botas se sequen bien y airéalas durante varios días. ¿No querrás que el zapato obtenga mal olor por no secarse correctamente verdad? Asegúrate de que el botín interior se asienta en la carcasa sin pliegues, y cierra las hebillas de las botas sin apretar.

Además, esto garantiza que la bota conserve su ajuste óptimo y no se deforme. Procura encontrar un lugar seco y moderadamente cálido para guardar tus zapatos. Antes de volver a utilizarlas en la temporada que viene, haz una rápida comprobación del material, el plástico puede volverse quebradizo si no se utiliza durante mucho tiempo. Por lo tanto, asegúrate de que tus botas de esquí están en perfecto estado antes de ponértelas.

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